Special to The Message
Editor’s note: Bishop Joseph M. Siegel addressed graduates of the four diocesan Catholic high schools during their Commencement Ceremonies on May 23-24. He has provided us with the following message for all 2021 graduates across our 12 counties. We join him in sending congratulations and prayerful best wishes to all of our 2021 graduates.
Dear Members of the Class of 2021,
Congratulations on your graduation!
None of us could have imagined that the last two years of your high school career would have been lived in the midst of a pandemic, with its terrible effects on so many people and the necessary, yet difficult restrictions that have imposed limitations on every aspect of daily life. Yet, you have persevered through it all, and we give thanks to God that we are able to gather together to celebrate the successful completion of your secondary education at your various schools.
On Pentecost, which we celebrated just a couple of weeks ago, we recall how the Holy Spirit came down upon Our Blessed Mother and the Apostles and bestowed his seven gifts on them, transforming the Twelve from confused and fearful men into bold and courageous witnesses of Christ, and empowering them to bring the Gospel to the ends of the earth. It is the same Holy Spirit that fills the hearts of each of you, the graduates of 2021, and sends you forth from your schools to be witnesses of Jesus Christ in the world. Now you have the responsibility to share with others what you have learned and experienced in your schools and parishes. You are to testify to the truths you have encountered and embraced through your religious formation. The Holy Spirit sends you, as he sent the apostles, into a world that is desperately searching for purpose and meaning, yet so often in the wrong places. You are sent with the peace of the Risen Christ and in the power of the Holy Spirit so that you can act boldly with faith, hope and love. Wherever you go from here, whether to college, military service or the workforce – you are to witness to the truths of our faith.
We receive the seven gifts of the Holy Spirit sacramentally in baptism, and Confirmation, but using those gifts well is a life-long effort. You will need these gifts as you face the difficulties and challenges that are part of everyone's life. Christ promises that he will always be with you as long as you remain close to him. Praying each day, coming to Mass each Sunday and Holy Day, receiving the sacrament of reconciliation regularly, getting involved in campus ministry or various church activities, continuing to learn about your faith – these are the ways to keep Christ at the heart and center of your life. As you graduate and begin a new chapter in your life, I pray that you open your hearts once again to be touched by the Spirit, that your faith may be inflamed and reinvigorated so that you may be a powerful influence for good no matter where you go.
Through the intercession of Mary, the Mother of God, patroness of the Diocese of Evansville, and St. Joseph, in this year dedicated to him, may the Lord Jesus, who has accompanied you through these past four years to graduation, continue to bestow on you every grace and good gift you will need to live a full and meaningful Christian life as His disciples in the world.
Again, congratulations and may God bless and guide you always.
Mensaje del Obispo Joseph M. Siegel a los graduados de la secundaria del año 2021
Especialmente para The Message.
Nota del editor: El Obispo Joseph M. Siegel se dirigió a los graduados de las cuatro escuelas católicas diocesanas durante su Ceremonia de Graduación el 23-24 de mayo. Él nos ha proporcionado el siguiente mensaje para todos los graduados en nuestros 12 condados. Nos unimos a él para enviar felicitaciones y el mejor deseo en oración a todos nuestros graduados del año 2021.
Queridos Miembros de la Clase de 2021,
¡Felicitaciones en su graduación!
Ninguno de nosotros se podría haber imaginado que en los últimos dos años de su carrera secundaria ustedes tendrían que haber vivido en medio de una pandemia, con sus terribles efectos en tanta gente y las necesarias, aunque difíciles restricciones que han impuesto limitaciones en cada aspecto de la vida diaria. Sin embargo, ustedes han perseverado pese a todo, y nosotros le damos las gracias a Dios porque podemos reunirnos para celebrar la exitosa finalización de su educación secundaria en las varias escuelas.
En el Pentecostés, que celebramos hace solo un par de semanas, recordamos cómo el Espíritu Santo descendió sobre Nuestra Madre Bendita y los Apóstoles y les otorgó sus siete dones, transformando a los Doce de hombres confundidos y miedosos a testigos audaces y valientes de Cristo, y fortaleciéndolos para llevar el Evangelio a los confines de la tierra. Es el mismo Espíritu Santo el que llena los corazones de cada uno de ustedes, los graduados de 2021, y los envía desde sus escuelas para ser testigos de Jesucristo en el mundo. Ahora ustedes tienen la responsabilidad de compartir con otros lo que han aprendido y experimentado en sus escuelas y parroquias. Ustedes deben testificar sobre la verdad que han hallado y aceptado durante toda su formación religiosa. El Espíritu Santo los manda, como mandó a los apóstoles, a un mundo que está buscando desesperadamente su propósito y significado, aunque tan a menudo en los lugares incorrectos. Ustedes son enviados con la paz del Cristo Resucitado y en el poder del Espíritu Santo para que actúen valientemente con fe, esperanza y amor. Dondequiera que vayan desde aquí, ya sea a la universidad, al servicio militar o a la fuerza laboral – ustedes serán testigos de las verdades de nuestra fe.
Recibimos los siete dones del Espíritu Santo sacramentalmente en el Bautismo, y la Confirmación, pero usar bien esos dones lleva un esfuerzo de por vida. Necesitarán estos dones al enfrentar las dificultades y los desafíos que son parte de la vida de todos. Cristo promete que siempre estará con ustedes en tanto que permanezcan cerca de él. Orar cada día, venir a Misa cada domingo y Día Santo, recibir el sacramento de reconciliación regularmente, involucrarse en actividades del ministerio en el campus o en la iglesia, continuar aprendiendo sobre su fe – estas son las formas en las que llevan a Cristo en el corazón y en el centro de sus vidas. Al graduarse e iniciar un nuevo capítulo en sus vidas, yo oro para que abran sus corazones otra vez para ser tocados por el Espíritu, que su fe sea encendida y renovada para que ustedes sean una influencia poderosa para bien sin importar adonde vayan.
A través de la intercesión de María, la Madre de Dios, patrona de la Diócesis de Evansville, y San José, en este año dedicado a él, que el Señor Jesús, quien los ha acompañado en estos cuatro años hasta la graduación, continúe concediéndoles cada gracia y buen don que necesiten para vivir una vida cristiana plena y significativa como Sus discípulos en el mundo.
Nuevamente, felicitaciones y que Dios los bendiga y guíe siempre.