Bertha Melendres
¡Porque Soy Católica!
Como ya todos han de saber, nos encontramos viviendo un año jubilar, que el Santo Padre, el Papa Francisco inauguro al abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el pasado 24 de Diciembre del 2024 y que culminara el 28 de Diciembre del 2025. El jubileo tiene como lema “Peregrinos de Esperanza”, y creo que nosotros los Latinos sabemos muy bien que es ser peregrinos y ahora más que nunca, con todas las dificultades que enfrentamos en nuestra sociedad necesitamos aferrarnos a la esperanza.
Muy brevemente recordemos ¿qué es? O ¿de qué se trata el Jubileo? El jubileo es una tradición muy antigua que se celebraba como un año sabático de liberación y perdón. Durante ese periodo las deudas se perdonaban, los esclavos eran liberados y las tierras se restituían a sus propietarios originales. Este concepto de “renovación” y “liberación” se convirtió en una tradición cristiana, donde cada 25 años la Iglesia ofrece a sus fieles la oportunidad de recibir indulgencias especiales, y participar en actos litúrgicos de perdón y penitencia, a través del Jubileo. El lema “Peregrinos de Esperanza” nos indica que este Jubileo debe ser como un faro de Esperanza para toda la humanidad, ya que se desarrolla en un contexto de incertidumbre global, en donde nos encontramos con guerras y un gran número de desafíos y crisis de todo tipo. Encontramos el propósito del Jubileo en las lindas palabras del papa Francisco en la Bula de convocación del jubileo #18: “Sí, necesitamos que “sobreabunde la esperanza” (cf. Rm 15,13) para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón; para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta; para que cada uno sea capaz de dar aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe.” Por lo tanto todos debemos ser partícipes de este año jubilar, todos sin excepción podemos hacer un poco para promover la virtud de la Esperanza que tanto necesitan nuestros hermanas y hermanos.
Recordemos que para participar del Jubileo, se debe hacer una peregrinación hacia una de las 4 puertas asignadas como las puertas “Santas” de nuestra Diocesis que se encuentran en las parroquias de 1. Nuestra Señora de la Esperanza en Washington IN, 2. Santa María en Huntingburg IN, 3. La Basílica de San Francisco Xavier en Vincennes, IN y 4. San Felipe en el condado de Posey, IN. Puesto que al cruzar el umbral, el peregrino recuerda el texto del capítulo 10 del evangelio de San Juan “Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvara.” Para obtener las indulgencias plenarias los fieles debemos cumplir con cuatro condiciones: 1.Reconciliación a través del Sacramento de la Confesión 2. La Comunión Eucarística, 3. Hacer oración por las intenciones del Santo Papa y 4. Realizar obras de Caridad. No podemos dejar pasar la oportunidad que se nos da a través de este Jubileo.
Así que el Jubileo “Peregrinos de Esperanza” nos recuerda que somos peregrinos en este mundo fragmentado y polarizado y nos invita a buscar la paz, la justicia, la solidaridad y la Esperanza. A que todos tengamos una renovación total en donde podamos experimentar la misericordia divina de una forma profunda que nos permita vivir una vida nueva, una vida llena de Esperanza.
Bertha Melendres es Directora Diocesana del Ministerio Hispano.