Nocturnal Adoration – Adoración Nocturna

By FATHER MARTIN ESTRADA

BECAUSE I AM CATHOLIC!

Editor's note: The Spanish translation of this column appears below the English.

¡Adorado sea el Santísimo Sacramento! – Adored be the Blessed Sacrament!

I had to learn that phrase when I attended a nocturnal adoration of the Blessed Sacrament for the first time. It means so much but, that at that age, I did not understand. I only knew that I had to say it every time I entered a crowded room for the preparation for Nocturnal Adoration.

Perhaps some of you experienced it, or many of you have not heard of Nocturnal Adoration. It is said that it has been present since the first centuries of Christianity – when Christians gather together in the night in special days such as the remembering of the martyrs, solemnities or the Easter Vigil. During the night, they sing psalms, read the Bible and pray following the mandate of Jesus, “watch and pray.”

In Mexico, Nocturnal Adoration has been present since the beginning of the 20th century; but it became more popular during the persecution of the Church in 1926-1930. Once a month, my grandparents, my uncles and my father walked for hours to get to church and stayed all night in vigil and prayer. Very early in the morning, they had to return to their daily chores.

My father told me that when he was young (1950s), on the day he was supposed to do adoration, an average of about 80 men attended. For many years, he took his blanket and went to worship every 10th of the month. My brothers and I, when we turned 10, also accompanied him. And so it was for me every month until I turned 22 and began my priestly discernment. However, when I attended, we were only about 20 men. Currently, this practice has been left behind due to lack of assistance.

I remember that the first months that I attended were all very exciting because we spent all night in the church. We slept in group rooms on one side of the church and got up to pray at the time we were assigned. I also enjoyed this experience as I had the opportunity to spend more time with my family because most of the attendees were my brothers, cousins ​​and uncles. We prayed for an hour and played afterwards. The older ones told stories and anecdotes of their lives. At dawn, we all got up and went to pray together before going back to our daily lives.

This experience helped me a lot to enjoy spending time in front of the Blessed Sacrament. In front of Christ in the Eucharist, God brings us together to have a closer relationship with Him and lead us to unity as His children.

Adored be the Blessed Sacrament! It is a simple phrase, but one that invites us to worship God in the Eucharist, and to love our brothers and sisters. Perhaps, in our context, it is not possible to attend Nocturnal Adoration; but there are other opportunities for the family to attend together and have a real encounter with Jesus.

Father Martin serves as Parochial Vicar of Holy Rosary Parish in Evansville.

 

Adoración Nocturna

PORQUE SOY CATÓLICO!
PADRE MARTIN ESTRADA

¡Adorado sea el Santísimo Sacramento! Frase que tuve que aprender al asistir por primera vez a una  adoración nocturna al Santísimo Sacramento. Frase que significa tanto pero que a esa edad no entendía. Solo sabía que tenía que decirla cada vez que entrara a la sala de reunión de la preparación para la Adoración Nocturna.

Quizás algunos de ustedes lo vivieron o muchos de ustedes no han escuchado hablar de lo que es. Se dice que la Adoración Nocturna ha estado presente desde los primeros siglos del cristianismo con las vigilias de oración, como vigilias por los mártires, solemnidades o la Vigilia Pascual donde los feligreses se reunían para cantar salmos, leer la Biblia y orar siguiendo el mandato de Jesús “vigilad y orad.”

En México ha estado presente desde inicios del siglo XX pero tomó más popularidad durante la persecución a la Iglesia en 1926 – 1930. Mis abuelos, mis tíos y mi padre caminaban horas para llegar a la iglesia y quedarse toda la noche en vigilia y oración. Por la mañana muy de madrugada debían regresar a sus quehaceres diarios.

Me contaba mi padre que cuando él estaba joven (1950s) el día que a él le correspondía hacer la adoración asistía un promedio de unos 80 hombres. Por muchos años él tomó su cobija y cada día 10 de mes se dirigía a la adoración. Mis hermanos y yo al cumplir 10 años también lo acompañábamos. Y así fue para mí cada mes hasta que cumplí 22 años y comencé mi discernimiento sacerdotal. Sin embargo, cuando yo asistía solamente éramos alrededor de 20 hombres. En la actualidad se ha dejado atrás esta práctica por falta de asistencia.

Recuerdo que los primeros meses fue todo muy emocionante porque pasábamos toda la noche en la Iglesia. Dormíamos en cuartos grupales a un costado de la iglesia y nos levantábamos a rezar la hora que teníamos asignada. También disfrutaba esta experiencia ya que tenía la oportunidad de convivir más con mi familia porque la mayoría de los asistentes eran mis hermanos, primos y tíos. Rezábamos una hora y jugábamos después. Los mayores contaban historias y anécdotas de sus vidas. Al amanecer nos levantábamos e íbamos a orar todos juntos antes de regresar a trabajar.

Esta experiencia me ayudó mucho a degustarme a pasar tiempo frente al Santísimo.  Frente a Cristo Eucaristía, Dios nos reúne para tener una relación más estrecha con Él  y a unirnos más como Sus hijos. Así como nos permite enaltecer el valor de la Eucaristía y de un Cristo que vive en ella y que se nos da a nosotros por medio de la Comunión.

¡Adorado sea el Santísimo Sacramento! Es una frase sencilla pero que nos invita a adorar a Dios en la Eucaristía y a amar a nuestros hermanos. Quizás nuestro contexto no es posible asistir a la Adoración Nocturna pero hay otras oportunidades para la familia a asistir unidos y a tener un encuentro real con Jesús.

El Padre Martin se desempeña como Vicario Parroquial de la Parroquia del Santo Rosario en Evansville.