By FATHER JUAN RAMIREZ
BECAUSE I AM CATHOLIC
Editor’s note: The Spanish version of this column appears below.
First: We have to have a positive image of the Christian person. In the Gospels, every time Jesus meets his disciples, they are in fear and Jesus always greets them: peace be with you. The Resurrection is our sure hope for us that God does not want to punish or abandon us.
The Resurrection is the new beginning in the history of human life. It is the beginning of a new self in the life of Christ. We have to think of ourselves as renewed people. We have the power to change our lives and walk and grow as disciples of Jesus.
Through Baptism we have received the power of the Holy Spirit to change and grow in the image and likeness of God in which we have been created. Thus, we act at Jesus' invitation to mission with confidence that God will use us and transform us. Never in fear or out of fear.
Second: Listen to the Word of God. Jesus is our Good Shepherd; we his sheep listen to the Word of our Shepherd. We hear the voice of our Good Shepherd through the Scriptures, the living Word of God. As Saint Jerome said: ignorance of the Scriptures in ignorance of Christ.
Third: The Christian life is a mission. Jesus calls us to mission; to bear witness to the power of God in our lives. Announce the gospel with our own life testimony.
The Church is the new creation, which carries the evangelizing mission of Christ to the whole world. We are called to excellence, not mediocrity.
Confirmation is accepting the invitation to our part in the mission of the Church with the gifts and talents that the Holy Spirit has poured into us for mission.
Fourth: The Christian life can only be lived in community. We are a community of alliance. We are united in community through the Eucharist. We are baptized to belong to the new covenant, to the new People of God, to the community of the baptized. We need to get more and more out of our comfort zone to meet others, especially the most needy and underprivileged.
We are called to live in unity to be witnesses of the gospel. The center of our community is the Eucharist. In the Eucharist we all receive God's love in an equal way. Nobody is more or less than nobody, we are all one as children of God created in the image and likeness.
In this year we celebrate Saint Joseph, a man chosen by God for this special mission of protecting and caring for Jesus and the Virgin Mary. Saint Joseph, who saw the Virgin with the dignity of a daughter of God by not judging her and allowing her to be stoned; but on the contrary, protected and cared for her. So, we learn from Saint Joseph to see others with that dignity as children of God. Saint Joseph, who heard the Word of God through the angel, we have to be attentive to the voice of God in our lives. Just as Saint Joseph accepted his mission in his life to care for Jesus and Mary, let us also accept our mission whatever it may be with a willing heart.
May Saint Joseph be an example of Christian courage and intercede for each one of us.
Father Juan is Parochial Vicar at Our Lady of Hope Parish in Washington.
Cuatro Vivencias de la Vida Cristina
Juan Ramirez
Porque soy Catolico!
Primero: Tenemos que tener una imagen positiva de la persona cristiana. En los evangelios cada vez que Jesús se encuentra con sus discípulos, ellos están con miedo y Jesús siempre los saluda: la paz este con ustedes. La Resurrección es nuestra esperanza segura para nosotros de que Dios no quiere castigarnos o abandonarnos.
La Resurrección es el nuevo comienzo en la historia de la vida humana. Es el comienzo de un yo nuevo en la vida de Cristo. Tenemos que pensar en nosotros mismos como personas renovadas. Tenemos el poder para cambiar nuestras vidas y caminar y crecer como discípulos de Jesús.
A través del Bautismo hemos recibido el poder del Espíritu Santo para cambiar y crecer en la imagen y semejanza a Dios en la cual hemos sido creados. Así actuamos a la invitación de Jesús a la misión con confianza de que Dios nos usará y nos transformará. Nunca con miedo o por miedo.
Segundo: Escuchar la Palabra de Dios. Jesús es nuestro Buen Pastor, nosotros sus ovejas escuchamos la Palabra de nuestro Pastor. Escuchamos la voz de nuestro Buen Pastor a través de las Escrituras, la Palabra viva de Dios. Como decía san Jerónimo: ignorancia de las Escrituras en ignorancia de Cristo.
Tercero: La vida cristiana es una misión. Jesús nos llama a la misión; a dar testimonio del poder de Dios en nuestras vidas. Anunciar el evangelio con nuestro propio testimonio de vida.
La Iglesia es la nueva creación, la cual lleva la misión evangelizadora de Cristo a todo el mundo. Estamos llamados a la excelencia no a la mediocridad.
La Confirmación es aceptar la invitación a nuestra parte en la misión de la Iglesia con los dones y talentos que el Espíritu Santo ha derramado en nosotros para la misión.
Cuarto: La vida cristiana solo se puede vivir en comunidad. Somos una comunidad de alianza. Estamos unidos en comunidad a través de la Eucaristía. Somos bautizados para pertenecer a la nueva alianza, al nuevo Pueblo de Dios, a la comunidad de los bautizados. Necesitamos salir mas y mas de nuestra zona de comfort al encuentro de los demás, especialmente los mas necesitados y desvalidos.
Estamos llamados a vivir en unidad para ser testigos del evangelio. El centro de nuestra comunidad es la Eucaristía. En la Eucaristía todos recibimos el amor de Dios en una forma igualitaria. Nadie es mas o menos que nadie, todos somos uno mismo como hijos de Dios creados a su imagen y semejanza.
En este año que celebramos a San José, un hombre escogido por Dios para esta misión especial de proteger y cuidar a Jesús y a la Virgen María. San José que vio a la Virgen con dignidad de una hija de Dios al no juzgarla y dejar que la apedrearan, mas al contrario la protegió y cuido. Así nosotros aprendamos de San José a ver a los demás con esa dignidad de hijos de Dios. San José que escucho la Palabra de Dios a través del ángel, así nosotros estemos atentos a la voz de Dios en nuestras vidas. Así como San José acepto su misión en su vida de cuidar de Jesús y María, también nosotros aceptemos nuestra misión sea cual sea con un corazón dispuesto.
Que San José sea ejemplo de valor cristiano e interceda por cada uno de nosotros.
Es Padre Juan Ramírez es Vicario Parroquial de la Parroquia Our Lady of Hope en Washington.